Neverwinter

Neverwinter es un juego de rol multijugador ambientado en el escenario de campaña de los Reinos Olvidados, que cuenta con la licencia oficial de Dungeons and Dragons, y ha sido desarrollado por los veteranos del género Cryptic Studios.

Como en casi todos los juegos de rol (especialmente los multijugador), lo primero que tendremos que hacer al comenzar la partida será crear desde cero a nuestro personaje, algo que haremos siguiendo una modificación de las reglas establecidas en la cuarta edición de Dungeons and Dragons.

Esto quiere decir que tendremos que empezar por escoger un nombre y repartir una serie de puntos entre los atributos fuerza, destreza, resistencia, sabiduría, carisma e inteligencia. Además tendremos que escoger una raza: humano, semi-elfo, elfo, enano, mediano, drow o tieflin; y una clase: explorador, guerrero, clérigo, mago o pícaro.

Una vez establezcamos el trasfondo y la apariencia de nuestro personaje, y lo tengamos listo para la acción, será el momento de comenzar nuestra aventura en la ciudad de Neverwinter y sus alrededores, que es donde tiene lugar la historia del juego.

Una vez comencemos nuestro periplo como aventureros seremos partícipes de un mundo de fantasía que, como sucede en la mayoría de otros MMORPGs, está regido por los eventos. Al participar en estos eventos podremos disfrutar de las típicas aventuras de las partidas de Dungeons and Dragons, que tendremos que intentar superar con la ayuda de nuestro grupo de aventureros.

Resolver 'quests', matar enemigos y llevar a cabo otro tipo de acciones relacionadas con las clases de personaje de cada jugador, nos harán conseguir experiencia. Y tal y como ocurre en el juego de mesa (y cualquier otro juego de rol), al conseguir un número determinado de experiencia podremos subir de nivel.

Neverwinter es un MMORPG muy completo que cuenta con la sólida base que le proporciona un sistema de reglas como el de Dungeons and Dragons. El trasfondo de los Reinos Olvidados y la promesa de poder crear nuestras propias aventuras, no hace sino ponerle la guinda al pastel.